5 formas efectivas de reutilización de aguas servidas

reutilización de aguas servidas

reutilización de aguas servidas

En 2017, en el marco del lanzamiento del Informe de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos en el mundo (“Las aguas residuales – el Recurso desaprovechado), Guy Ryder (presidente de ONU-Agua) se refirió a cómo el tratamiento y reutilización de las aguas servidas puede ser una solución ante la escasez de agua dulce y al aumento de su demanda. Por una parte, sólo el 3% del agua disponible a nivel planetario es agua dulce; por otra, a nivel mundial, el 80% de las aguas servidas o residuales se devuelve al medioambiente sin haber sido tratada, generando no sólo problemas ambientales graves (contaminación, intoxicación de animales y/o personas, entre otros) sino también un grave desaprovechamiento del recurso. Las aguas servidas o residuales pueden ser reutilizadas de forma efectiva, y su uso es cada vez más relevante. En este artículo te contamos algunos de los mecanismos en que la reutilización de las aguas servidas o residuales es posible.

Riego Agrícola 

El riego agrícola representa un alto porcentaje de la demanda de agua dulce a nivel mundial. Se trata de una demanda que se prevé que siga aumentando, acompañando el crecimiento de la población y de sus estándares de vida. El riego agrícola es un importante vector en la escasez hídrica tanto a nivel mundial como nacional, pero es también un destino posible para la reutilización de aguas servidas y residuales. 

Si bien la calidad de las aguas que se necesitan para el riego agrícola es alta, ésta tiene menores exigencias que el agua de consumo humano. Los recursos y la energía necesarias para tratar aguas servidas y residuales y llevarlas a las condiciones necesarias para el riego son del todo ventajosas, como lo demuestra el interés de diversos países por invertir en este sentido: Chipre, Perú, México, Israel, Jordania y California utilizan entre el 37% y el 90% de agua de reúso en el riego dentro de algunas industrias.

Uso urbano 

Uno de los mayores problemas que presenta la reutilización de aguas servidas y residuales tiene que ver con la distancia entre el lugar donde son tratadas y el lugar donde pueden ser reutilizadas. Por este motivo y dado el alto nivel de cobertura en el tratamiento de aguas residenciales-urbanas en Chile y el mundo, ONU-Agua recomienda su uso precisamente en espacios urbanos donde no se requiere de agua potable:

  • Uso público, en riego de parques, campos de deportes, áreas verdes públicas, piletas, limpieza de calles, etc.
  • Usos comerciales, como riego de campos de golf, lavado de vehículos, limpieza y mantenimiento, mezcla de agua con productos de uso agrícola, etc.

Es importante señalar que este tipo de reutilización de aguas servidas y residuales exigen que se invierta en un sistema de distribución de agua dual, que permita separar aguas de distinta calidad (en específico, agua potable de agua no potable). Este sistema se utiliza, por ejemplo, en Israel, Filipinas, Sídney o Florida.

Uso industrial

aguas servidas para uso industrial

Algunas industrias – ya sea por su ubicación o por el tipo de agua residual que generan – se ven obligadas a tratar sus aguas servidas o residuales de forma privada antes de desprenderse de ellas según los estándares legales que aplican. El costo asociado a este proceso ha llevado a desarrollar diversas formas de reutilización de las aguas tratadas, ya sea dentro de las propias industrias o de industrias cercanas. Esto no solo permite recuperar la inversión realizada, sino también generar simbiosis industrial y cooperación local. 

Algunos de los usos en el ámbito industrial son los mismos mencionados en el apartado anterior sobre uso urbano, pero se han desarrollado múltiples usos más específicos. Para saber más sobre esto, y como Glauben Ecology puede ayudarte con ello, puedes revisar aquí.

Recarga de acuíferos

Los acuíferos son corrientes de agua subterránea que se recargan naturalmente por medio del ciclo del agua (por lluvia o derretimiento de nieve, principalmente), que se acumula en ciertas formaciones geológicas y que alimenta pozos u otro tipo de efluentes que son utilizados por el ser humano. La demanda de agua dulce y los avances tecnológicos han permitido explotar este tipo de recurso cada vez con mayor facilidad, provocando – en algunos casos – su agotamiento y la posterior sequía en los efluentes que dependen de él. 

Una forma de prever los periodos de sequía derivados del agotamiento de acuíferos y prevenir sus consecuencias es la recarga de acuíferos con aguas servidas o residuales tratadas y llevadas a un alto nivel de calidad y limpieza. Se trata de procesos que se han implementado en Israel, África del Sur, Alemania, Bélgica, Australia, Namibia, India, Italia, México, China, Barbados, Chipre y Estados Unidos.

Recuperación de nutrientes y materia orgánica

Finalmente, del proceso de tratamiento de aguas servidas y residuales no sólo puede aprovecharse el agua, sino que es posible extraer otro tipo de derivados. ONU-Agua (2014) destaca algunas iniciativas que permiten obtener nutrientes, materia orgánica y energía (fertilizantes de bajo costo, biogás, entre otros) de ciertos procesos de tratamiento de aguas, y los considera fundamentales para equilibrar el gasto que los países y entidades privadas hacen en materia de tratamiento de aguas servidas y residuales: el tratamiento de aguas servidas y residuales no sólo es una inversión en el cuidado del medio ambiente, pueden incluso obtenerse beneficios económicos.

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