
La falta de agua a escala mundial plantea importantes preocupaciones para los gobiernos de todo el mundo. No sólo en términos ecológicos en la medida que la insuficiencia del agua contribuye a la extinción de plantas y animales propios de un determinado ecosistema, sino también en cuanto al incremento de los riesgos y las amenazas para la salud pública de un país, así como para la estabilidad política del mismo.